Ha estado organizada por la UNESCO conjuntamente con el Gobierno de la República Federal de Alemania y con el apoyo del Consejo Internacional para la Ciencia del Deporte y la Educación Física.
La Conferencia ha reunido al mundo del deporte, coincidiendo representantes ministeriales de todo el mundo, con el objetivo de establecer una hoja de ruta para limpiar el mundo del deporte y hacerlo accesible a todos.
La Conferencia adoptó una serie de recomendaciones para luchar contra la corrupción en el deporte, repartir de manera más equitativa los beneficios socioeconómicos del mismo y garantizar el acceso de todos al deporte.
Como colofón de esta trascendental reunión se suscribió la Declaración de Berlín donde se pone de manifiesto las amenazas que suponen para el deporte el dopaje, la delincuencia organizada, la manipulación de los resultados deportivos y la corrupción, convertidos en fenómenos mundiales. De igual forma se resalta el deporte como derecho fundamental para todos sin distinción de raza, sexo, edad, procedencia cultural o social, nivel económico, género u orientación sexual.